domingo, 28 de octubre de 2012

Un Mal Sueño


Estaba sumido en un sueño profundo, malsano. Mi cuerpo sudaba y notaba que las sábanas mojadas, adherentes, estaban enroscadas a mí, apretando mi cuerpo, pero no era capaz de moverme para retirarlas. Tenía la boca seca, maldita resaca. Me despertó un golpeteo rítmico cercano. Aún era noche cerrada. Creí que era mi corazón pero el ruido era externo a mi cuerpo. Intenté conciliar de nuevo el sueño pero el golpeteo aunque más amortiguado continuaba.  Intenté estirar el brazo para encender la luz de la mesilla pero mi mano chocó con la pared inmediatamente, no recordaba que la pared estuviera pegada a la cama. Pensé intentando ubicarme donde me había acostado en la noche anterior. En mi cama. Al estirar el otro brazo  sucedió lo mismo. Tampoco hacia arriba encontré espacio. Estaba encerrado y ya no oía nada. Observé con cuidado. No respiraba. Tenía que despertarme. Tal vez si conseguía moverme.

Me despertó un golpeteo rítmico, cercano. Aún era noche cerrada. No respiraba. Tenía que moverme. Tenía que despertarme.

Me despertó un golpeteo rítmico, cercano. No respiraba. Tenía que moverme. Tenía que despertarme.

No me movía. Tenía que despertarme.
.
Tenía que despertarme.

Que moverme y respirar.

Que respirar.

Que despertarme.

Despertarme.

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